Una de las máximas preocupaciones de la sociedad es el cambio climático y los objetivos para el desarrollo (ODS) proponen un equilibrio entre el crecimiento económico, el cuidado del medio ambiente y el bienestar social.
Es imposible poner en duda que aplicar soluciones amigables con el medio ambiente aumentan el valor y el atractivo de un centro comercial.
Optimall une sus fuerzas en la estrategia del desarrollo sostenible y para alcanzar objetivos comunes.
Históricamente, el formato del centro comercial no estaba relacionado con las expectativas ambientales y mucho menos con el cumplimiento de las normas ambientales como el sistema de certificación BREEAM®.
En España, por fortuna, encontramos un referente ISLAZUL.
En 2012 se convirtió en el primer centro en conseguir la certificación BREEAM® siendo calificado como “Excelente” en 2016 y ahora ha logrado la calificación “Excepcional”, la más alta en construcción sostenible.
Otro ejemplo de certificación BREEAM® con el grado de Excelencia es cc El Rosal, el más grande de León y el movimiento hacia la sostenibilidad es imparable.
¿Qué se tiene en cuenta para que un centro comercial sea sostenible?
Entre los principales aspectos para que un centro comercial sea garantía de sostenibilidad se debe destacar: su consumo de energía, los materiales empleados en la construcción, la gestión de residuos y del agua, la eficiencia operativa del edificio, el impacto de los bienes raíces en el medio ambiente son algunos de ellos.
Controlar la energía
Un centro comercial que se reinventa o que tiende a la sostenibilidad está asociado al consumo de energía en las etapas de construcción, de rehabilitación y de funcionamiento.
Se mide todo, desde el consumo de calefacción, refrigeración y ventilación hasta la iluminación de todas las áreas del centro, calculando la energía consumida por los visitantes y el personal trabajador del centro.
Así se plantean el uso de temporizadores programados sencillos, termostáticos, sensores de luz, de lluvia y de viento y dispositivos de protección solar o sistemas de regulación de la ventilación.
Evaluación del transporte
Antes del inicio de las obras de un nuevo centro comercial el enclave debe estudiarse a fondo para medir las distancias en transporte.
La dependencia del transporte por carretera de clientes y empleados debe ser la de menor impacto y es necesario tener en cuenta su proximidad y la disponibilidad del transporte público.
Fomentar el uso de transporte alternativos, como bicicletas, coches eléctricos, no está muy adaptado para los centros comerciales locales. Sin embargo, es una tendencia que marcará las rutas de acceso futuras a muchos centros comerciales.
Del deber a la belleza
Un centro comercial sostenible es el resultado de una planificación arquitectónica bien pensada, de soluciones tecnológicas y de la elección de materiales innovadores que permiten una eficiencia energética y ambiental.
Las reglas de los centros comerciales han cambiado y a una propiedad le preocupa la satisfacción de sus visitantes el ROE (retorno de la emoción del visitante) antes que el ROI (Retorno de la inversión).
Serán habituales, por tanto, las inauguraciones de centros ecológicos similares al Green pea en Turín, un espacio construido con materiales reciclables de acuerdo con la filosofía Second life con un lema inspirador “Del deber a la belleza”.
Pero, la sostenibilidad va más allá de controlar la eficiencia y el consumo energético, la gestión de residuos o el transporte.
Ser sostenible es preservar la salud y el bienestar de la humanidad y el centro comercial del futuro tendrá que estar comprometido con los valores que le reclama la sociedad.